En el post del 6 de febrero de 2015 Grecia contra la Troika. Grecia somos todos apuntaba que “La España del PP puede resultar beneficiada momentáneamente del acoso y derribo contra Grecia, pero el aplastamiento de Grecia pesará como una losa sobre el futuro de España y del resto de Europa. Grecia somos todos.”
Metódica, sibilina y concienzudamente la Troika y sus gobiernos títeres se reparten los papeles en los diferentes actos de un guión cuya única trama no es otra que la de un golpe de estado encubierto contra Grecia.
Grecia vs España: Las magnitudes
PIB
Entre 2006 a 2013 el PIB Griego ha caído casi un 25% y en España la caída del PIB ha sido de un 6%.Gasto público
De 2006 a 2013 Grecia ha contraído sus gastos corrientes en un 18,4% mientras en el mismo periodo de tiempo España ha aumentado sus gastos corrientes en un 9,2%En 2013 los gastos corrientes del Estado español representaban el 39,5% de su PIB, una cifra muy similar a lo que representan los gastos públicos corrientes en Grecia respecto a su PIB que son del 39,2%.
Ingreso público
Mientras que entre 2006 a 2013 los ingresos públicos en Grecia han aumentado un 2,5% en España han caído un 3,7%.Déficit público
España todavía incurre en un gran déficit fiscal, - 5,6% del PIB en 2014 - el más grande de la zona del euro. Además España sigue presentando elevados déficits primarios (aquél que no tiene en cuenta el gasto en intereses) y registró el más elevado de los países europeos en 2012 (7,2%).Grecia registra un déficit público de -3,5% en cambio, tiene superávit primario creciente desde 2011, mientras que España siguió en déficit en 2013 y 2014 y seguirá así en 2015 y seguramente en 2016.
Volumen de Deuda pública
La deuda pública en Grecia representa un 175% de su PIB en 2013 versus un 97,7% para España. Este dato a favor de España, sin embargo, es bastante engañoso.En primer lugar, en términos absolutos Grecia debe 320 millardos mientras que España debía en 2014 más de un billón (1.033.857 millones de euros; 22.256 euros por habitante) y va en camino de superar de largo el 100% del PIB durante el 2015.
El 80 por ciento de los 320 millardos de deuda soberana griega (175% del PIB) está en manos de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, a tasas de interés muy bajas y con un plan de amortización a muy largo plazo. El 40% de esta deuda está en manos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), en condiciones muy favorables – los reembolsos están previstos para un largo período de 25 años, mientras que los pagos por intereses (al 1.5% a empezar a pagar a partir de los 10 años desde el inicio del préstamo) tienen una cláusula “Waver” (se perdonan si se cumplen determinadas condiciones) hasta 2023 -. El mismo Klaus Regling, titular del MEDE, afirmaba en abril de 2014 que: "No hay problema de sostenibilidad de la deuda griega para los próximos 10 años. Esta es una muy buena noticia para los inversores".
En cambio, la gran mayoría de la deuda Española está en manos de bancos, fondos de inversión y estados extranjeros y su financiación depende de casi en su totalidad de la famosa prima de riesgo.
Evolución de la Deuda Pública
La deuda griega ha aumentado un 21% entre 2006 y 2013, (aunque ha habido una quita parcial). En España, en el mismo periodo de tiempo la deuda ha aumentado un 119%.
El ratio Deuda Pública / Ingresos Públicos ha alcanzado un 248% en España, el de Grecia es mucho más elevado del 382%, pero en este ratio el nivel de deuda de España se empieza a acercar peligrosamente al nivel de deuda sobre ingresos que tenía Grecia al inicio de la crisis.
Así pues Grecia no ha sido tan mal alumno de la Troika si lo comparamos con España. A nivel de evolución de ingresos y reducción de gastos corrientes el “esfuerzo” y los resultados conseguidos por Grecia son muy superiores al “esfuerzo” y resultados que ha obtenido España.
Grecia antes de Syriza y Podemos
En realidad, justo antes del triunfo democrático de Syriza y la amenaza de Podemos los mercados aplaudían el esfuerzo griego y daban un aprobado alto a sus notas.
Simon Nixon (WSJ) 13/4/2014: “Para un país que ha estado en el centro de la crisis, conseguir colocar 20.000 millones de € en bonos a cinco años rindiendo por debajo del 5% muestra que el mercado ahora cree que Grecia permanecerá en la zona euro, que no colapsará en el caos y que cualquier alivio adicional de la deuda será proporcionado por los prestamistas oficiales en lugar de los privados”
En la Grecia pre-elecciones la caída de la economía real parecía que había toca fondo (el PIB empezaba a remontar en 2014 y el desempleo se había frenado). Como en España, la bolsa y el sector financiero experimentaban un fuerte rebote. La banca del Pireo (el BBVA de Grecia) colocaba de nuevo obligaciones en los mercados financieros para volver a los negocios especulativos.
Los mercados se mostraban de nuevo dispuestos a comprar deuda griega dada la garantía de facto de la Troika y unos tipos de interés por encima de la media europea.
Antonis Samaras prometía (a la Mariano) que Grecia concluiría su rescate antes de acabar 2014.
Con A. Samaras repitiendo presidencia, Podemos dirigiendo España y la ronda libre del BCE (QE) a todo gas, seguramente tendríamos a Grecia en fase de recuperación y a España sometida a acoso y derribo (más bien a la ucraniana que a la griega)
Golpe de Estado contra Grecia
Alexander Mercouris: “Tras haber diseñado el derrocamiento de los gobiernos elegidos democráticamente de George Papandreou y Silvio Berlusconi en Grecia e Italia y de haber participado en el derrocamiento del gobierno democráticamente electo Yanukovich en Ucrania, parece que el liderazgo europeo se está volviendo adicto a forzar cambios de régimen en la senda de Estados Unidos”.
¿Que es lo que ha cambiado?
Según la última encuesta de opinión realizada Metroscopia para el diario El País (07 de marzo 2015), cuatro partidos (Podemos 22,5%, PSOE 20,2%, PP 18,6%, Ciudadanos 18,4%) estaban en estrecha competencia por el primer lugar en las próximas elecciones.
¿Recuperación económica en España gracias a Grecia, Syriza y Podemos?
De golpe la Troika levantó el acelerador neoliberal en Europa a cambio de cerrar filas contra Grecia. El factor clave ha sido la decisión del BCE de adoptar un programa de compra masiva de bonos soberanos (QE o monetización de la deuda pública) pero dejando a Grecia fuera del programa. Con el QE los intereses a pagar para los miembros de la Eurozona han caído hasta valores negativos con lo que sale a cuenta endeudarse más (te pagan intereses por pedir un préstamo).Esta política monetaria tiene por objeto - por mucho que el BCE lo niegue – bajar el valor del Euro para estimular el crecimiento de las exportaciones. Uno de los principales canales por los que el QE del BCE logra este efecto es mediante el llamado “efecto de cartera”. La acción del banco central (o incluso la promesa de ella) disminuye los rendimientos de los bonos, ya que se convierten prácticamente en libres de riesgo, lo que los hace menos atractivos para los inversores que los venden al BCE y desvían sus inversiones comprando bonos fuera de la Eurozona (Dinamarca, Suiza, Suecia, etc.) donde hay la posibilidad de rendimientos mayores.
Esta política de dinero fácil produce un efecto multiplicador puesto que los inversores, en estas circunstancias, tratan de encontrar monedas cuyo valor es probable que aumente ya que el euro cae (franco suizo, coronas sueca y danesa, etc.) obteniendo sustanciosas ganancias de capital. En Suiza, a pesar de que los bonos suizos pagaban intereses negativos, una enorme presión compradora externa, en buena parte proveniente de la Eurozona, obligó al Banco Nacional de Suiza a retirar inesperadamente el tope de 120 CFH/€ (en el tipo de cambio con respecto al euro), que llevaba fijado más de tres años y medio. A los pocos minutos del anuncio el CHF subió un 30%, para beneficio de los especuladores.
Así pues, gracias a Syriza y Podemos, el neoliberalismo se ha moderado en Europa, la deuda se mutualiza, la prima de riesgo para los PIIGS (excepto Grecia) a caído a quasi cero, los déficits públicos se relajan en toda la zona y el crecimiento vuelve a la periferia. Todos los medios celebrando el retorno a al crecimiento, el anhelado final de la crisis y el principio del fin de la austeridad.
Hundir a Grecia
Alexander Mercouris :“En mi opinión la única manera realista de avanzar es que Syriza utilice cualquier período de gracia que tiene (y puede llegar a ser mucho menos de 4 meses) para preparar la economía griega y el pueblo griego para un default y (ya que el las autoridades europeas en su gran imprudencia han decidido que un default es incompatible con la pertenencia a la zona euro) por un Grexit.”
Yanis Varoufakis, el ministro de finanzas griego, admite que “el sistema fiscal de Grecia necesita ser renovado, y que el sistema fiscal debe ser liberado de la influencia política y corporativa. Reconoce que el sistema de pensiones está enfermo. Que los circuitos de crédito de la economía están rotos. Que el mercado de trabajo está profundamente segmentado, y el crecimiento de la productividad estancado. Que la administración pública necesita una urgente modernización y que los recursos públicos deben ser utilizados de manera más eficiente. Que existen obstáculos abrumadores que bloquean la formación de nuevas empresas. Que hace falta aumentar la competencia en los mercados de productos. Pero también constata que la desigualdad ha alcanzado niveles escandalosos, impidiendo que la sociedad se una detrás de las esenciales reformas.”
Pero el discurso moderado y constructivo de Varoufakis y Tsipras ya no pertenece a este planeta.
El Golpe de Estado contra Grecia, “por ahora”, se basa en premiar a los buenos alumnos de la Troika y castigar a los malos que votan para oponerse a sus designios. Por lo tanto, y a pesar de la extrema moderación y sensatez que ha demostrado el nuevo gobierno griego a lo largo de toda la negociación, el destino de la Grecia que osó votar NO a las políticas neoliberales va a ser el de la exclusión y el naufragio. Se trata simple y llanamente de hundir a Grecia, de borrarla cuanto antes del mapa.
No es de extrañar que De Guindos con todo ese vendaval de popa, asumiera el papel de prepotente líder justiciero europeo proponiendo la línea más dura de asfixia financiera contra Grecia cortándole el acceso a la financiación oficial.
El prolongamiento de la crisis griega
La Troika, los mercados y los grandes monopolios corporativos no pueden permitirse el lujo de aflojar su presión sobre Europa demasiado tiempo. El tiempo apremia y la derrota completa y absoluta de la democracia griega debe materializarse con prontitud para ejemplarizar contundentemente al resto de los europeos de los peligros que entraña saltarse el código neoliberal.
Sin embargo, el gobierno griego dispone de varios ases en la manga. Su socio de gobierno, ANEL, goza de prestigio y respeto en las fuerzas armadas; Grecia tiene una posición estratégica única para controlar el acceso al mar Negro y controlar el mediterráneo oriental con lo que una salida intempestiva por parte de Grecia del euro, la UE o la OTAN, tendría consecuencias impredecibles; el nuevo gaseoducto ruso que pasa por Turquía tendría una magnífica continuidad a través de Grecia para llegar a países como Hungría o Servia, claramente pro-rusos; Rusia podría estar interesada en pagar por una base en el Adriático; Grecia podría beneficiarse de gas y petróleo barato en caso de un acuerdo con Rusia.
Así pues, la precipitación es mala compañera. La intromisión en Ucrania se está entrelazando peligrosamente con el ataque a Grecia y el descontento creciente de muchos países balcánicos.
¿Una vez Grecia abajo, se quedará España arriba?
El PP tiene que convencer a una castigada población escéptica de que esta recuperación es real, y que no se trata de un mero sortilegio o espejismo.
Con el BCE comprando bonos de la deuda pública española, las tasas de interés oficiales del BCE están cerca de cero. El país mantiene el mayor déficit fiscal en la UE sin nada que objetar de momento desde Bruselas. El capital internacional echa una mano con entradas masivas de fondos externos en el IBEX y sustanciosas inversiones directas (Wolkswagen). El PIB de España podría crecer en torno al 3,5% en 2015 (algo jamás imaginado antes del triunfo de Syriza en Grecia).
Todos están de acuerdo en que la tasa actual de crecimiento viene inducida casi exclusivamente por un fuerte repunte en el consumo. Ni las exportaciones, ni la industria, ni el sector inmobiliario, están tirando del carro.
¿Cuál será el crecimiento español cuando los mercados (y la Troika y las multinacionales), una vez doblegada Grecia y anulado Podemos, exijan y consigan que los salarios y las pensiones se rebajen “para ganar competitividad”, suba el IVA, aumente el copago, etc., y por lo tanto vuelva a caer el consumo agregado?
¿Cuál sería el crecimiento español, incluso teniendo en cuenta el fuerte debilitamiento del euro y la caída del precio de las materias primas y el petróleo, si se viera obligada a reducir significativamente el déficit y se produjera una "normalización" de las tasas de interés? (España está obligada a conseguir superávits primarios antes de 2017, subiendo el IVA y disminuyendo gastos sociales, según dicta el código neoliberal).
Cuando los vientos positivos de cola amainen y tengamos de vuelta a los constantes y permanentes alisios neoliberales, y con un nivel de la Deuda Pública pronto a superar el 100% del PIB, poco o nada va a quedar de los cantos y loas al crecimiento en boga en los medios de comunicación. No es de extrañar que hayan reaccionado estupefactos y desconcertados ante las propuestas recientes del FMI exigiendo más despido libre, subidas del IVA y más recortes en educación y sanidad, una premonición de lo que vendrá una vez liquidados Grecia, Syriza y Podemos.
http://tercerainformacion.es/spip.php?article85327