English translation
Menos de tres días después de que el huracán Sandy tocara tierra en la costa este de los Estados Unidos, Iain Murray, del Competitive Enterprise Institute, atribuyó la magnitud y la prolongación de las penurias tras la destrucción, a la resistencia de los neoyorquinos a la instalación de mega-superficies en su territorio. En la revista Forbes.com, explicó que “la negativa de la ciudad a la penetración de Wal-Mart probablemente hará que la recuperación sea mucho más difícil. Las tiendas de mamá y papá no pueden hacer simplemente lo que las grandes superficies pueden hacer en estas circunstancias".
Monopolio (del griego monos'uno' y polein'vender'): es una situación en el cual existe un solo oferente que posee un gran poder de mercado y excluye a todos los demás.
Para que exista un monopolio, el monopolista es la única alternativa que tiene el consumidor para comprar. Suele definirse también como un mercado en el que sólo hay un vendedor.
Monopsonio (del griego mono- (μονο-) 'único' y psonios (ψωνιος) 'compra'): es una situación que aparece cuando en un mercado existe un único consumidor. Éste, al ser único, tiene un control especial sobre el precio de los productos, pues los productores tienen que adaptarse de alguna forma a las exigencias del comprador en materia de precio y cantidad. Esto le permite al consumidor único obtener los productos de sus proveedores a un precio menor al que tendría que comprarlo si estuviera en un mercado competitivo. Un ejemplo claro de monopsonio es la industria del armamento pesado o la obra pública, en la que existe una situación normal de competencia entre los productores (fabricantes de tanques, empresas constructoras), pero un solo consumidor (el Estado).
Lee Scott (CEO de WalMart): "Los bajos precios de WalMart aumentan el nivel de vida del conjunto de la población norteamericana"
La globalización no es otra cosa que la monopolización acelerada de la mayoría de sectores económicos a escala planetaria. 10 empresas del automóvil dominan el 77% del mercado; 2 aeronáuticas (duopolio) concentran el 100% del sector de grandes aviones; 5 operadores controlan el 83% de la telefonía fija, 3 únicos operadores controlan el 77% de las infraestructuras de telecomunicaciones móviles, mientras que sólo tres concentran el 65% del mercado de móviles; 10 farmacéuticas producen el 70% de los fármacos vendidos; 4 tabaqueras suministran el 75 % del humo encajetado; sólo 3 empresas fabrican cerca del 70 % de toda la maquinaria y equipamiento agrícola; ...
Estas posiciones de monopolio u oligopolio les permiten mantener o incluso subir precios en condiciones de crisis económica. Los consumidores que ya no alcanzan a pagar el recibo de la luz o el gas, cargar el depósito, adquirir medicamentos, … son simplemente excluidos del "mercado monopolista" que compensa "las bajas" en consumo con subidas adicionales de los precios.
Paradójicamente, las grandes cadenas comerciales monopolistas parecen escapar a esta definición. Al contrario del resto de monopolios, Wal-Mart, Tesco, Carrefour, … se enorgullecen de sus bajos precios. Las grandes superficies y sus bajos precios serían la prueba palpable de la bondad de los monopolios privados para los consumidores y el mercado.
La realidad es más prosaica. Sencillamente, se trata de una variante monopolista menos conocida, los monopsonios y oligopsonios, criaturas todavía más peligrosas que los monopolios convencionales. Mientras crecen, su extraordinaria capacidad para extorsionar a sus proveedores les permite hacer uso extensivo del dumping (precios bajos) para aumentar sus cuotas de mercado. Una vez arruinados y expulsados del mercado los pequeños comerciantes, los proveedores que los abastecían quedan enteramente a su merced. Es el único comprador. El puto amo.
El rápido aumento de sus cotas de mercado les da más poder todavía para extorsionar aún más a sus proveedores (que entran en una guerra a muerte entre ellos) y conseguir aún mejores condiciones, lo cual les permite bajar aún más sus precios, para crecer y crecer, como un tumor cancerígeno, hasta quedarse con todo el mercado.
Nelson Lichtenstein: "Durante más de una centuria, entre 1880 y 1980, la empresa manufacturera constituía el vértice de la economía USA. Hoy en día, son las grandes cadenas minoristas las que han ocupado este lugar".
En Europa Noroccidental más de 70% de todos los alimentos sólo pueden ser adquiridos en 4 o 5 grandes cadenas de supermercados. En Suecia, Irlanda y Dinamarca, la cifra es superior en más del 80%.. Europa del Este entre el 50 o 60 por ciento. El sur de Europa el 30 o 40% (aunque España estaba ya en el 65,2% en 2006). La tendencia sigue siendo al alza. En todos los países de Europa la tendencia es hacia un puñado de grandes cadenas que venden los productos más cotidianos (y ampliando cada vez más la gama hacia otros productos, como la electrónica, ropa, productos farmacéuticos, juguetes, libros, banca, servicios financieros, seguros, …).
Los monopsonios más conocidos (WalMart, Tesco, Carrefour, ... ) encarnan verdaderos gigantes corporativos. WalMart tiene en nómina más de 2,1 millones de empleados en sus superficies minoristas, sin embargo su tamaño efectivo es extraordinariamente mayor. Más de 6.000 fábricas chinas, con decenas de millones de empleados, trabajan, bajo contrato exclusivo, para llenar los kilómetros de estanterías de WalMart. En 2003, el 18% de todas las importaciones USA procedentes de China fueron a parar a WalMart.
¿Cómo es posible que estas grandes cadenas de venta al por menor sean capaces de ofrecer tales descuentos para persuadir a sus clientes? Sin lugar a dudas son capaces de mantener los costos bajos a través de las tradicionales economías de escala y la innovación técnica. En un pequeño comercio tradicional, alguien tiene que explorar los estantes, anotar en una hoja de papel: "Necesitamos cuatro tarros de miel, 12 potes de yogur, etc ..... ", visitar un mayorista con el fin de reponer las existencias, etc. Multipliquemos este proceso a través de cientos de miles de tiendas en todo el país y es claro que el consumidor tendrá que pagar más que lo que desembolsa en supermercados modernos, con códigos de barras y redes de computadoras, que informan de forma automática de las transacciones comerciales diarias a sus departamentos de compras.
Las grandes cadenas de supermercados (y los gigantones minoristas de Internet como el gran monopsonista Amazon) ya no acuden a los mercados mayoristas o los canales tradicionales de distribución, sino que obtienen sus suministros directamente de sus proveedores, a menudo a través acuerdos informales.
Las cadenas de supermercados (y los gigantones minoristas de Internet) han perfeccionado sus sistemas de manera que apenas necesitan mantener existencias en stock (lo que reduce los costos de espacio para almacenamiento, costes de inventarios, etc.). Los pedidos pueden ser enviados automáticamente a los sufridos y subyugados proveedores y las cantidades exactas llegan en cuestión de horas, incluso cuando se producen en el otro lado del planeta. Esta técnica la utilizan otros tipos de monopsonio, igualmente letales, como Ikea en el ramo del mueble, Zara en el ámbito textil o Amazon en el ramo del libro.
En un entorno de paro creciente, provocado por los mismos monopsonios al desmantelar el tejido comercial e industrial de las zonas donde aterrizan, las opciones que barajan los empleados de estas compañías es la de trabajar en WalMart y aceptar sus vejaciones laborales, o no trabajar.
WalMart y sus congéneres monopsonistas, pretenden ser un agente amigo de los consumidores, situado entre los indefensos consumidores y los desalmados proveedores e intermediarios, para conseguir unos precios al alcance de todos. Se presenta como una especie de "cooperativa de consumo", con "asociados" en lugar de empleados, cuyo interés es más el bienestar y la felicidad de los consumidores y de sus mismos empleados.
WalMart funciona como una secta. No entras a trabajar para WalMart como empleado sino como "asociado". En el "Saturday Mornig Meeting" semanal, una especie de misa sectaria, psicólogos expertos lavan cerebros e inculcan los valores basura de WalMart (cultura WalMart) con el fin de incrementar el rendimiento de los "asociados".
La gran superficie comercial es equiparada a un templo en el que los "asociados" deben actuar como oficiantes de diversos rituales para ganarse a los consumidores. WalMart ha creado "colegios" de entrenamiento sectario de líderes como el de Springdale en Arkansas. Entre los "valores WaltMart" sin discusión posible está el de las "ventajas" de no estar sindicados ni tener seguro médico. Si el sueldo no llega para comer o ir al médico para eso están el food stamp o el medicaid.
En la jerga del departamento de recursos humanos de WalMart, se usan acrónimos tan significativos como TIPS (Threaten, Intimidate, Promise, Spy), es decir, amenazar, intimidar, prometer (comprar), espiar, a los trabajadores que pretendan llevar a cabo actividades de protesta.
Sin embargo, las grandes cadenas minoristas tienen el poder de rebajar sus costos de una forma mucho más preocupante. Los monopsonios minoristas se han convertido en un gigantesco, peligroso e inevitable embudo, de paso obligatorio, entre proveedores y consumidores.
En los países donde la gran mayoría de los alimentos se compran en tan sólo tres grandes cadenas de supermercados (como en Suecia, por ejemplo), estas cadenas detentan un enorme poder sobre su proveedores. Un proveedor que quiere vender sus productos no tiene más remedio que vender a través de una de las tres cadenas, y las tres cadenas “compiten” para ofrecer a los consumidores precios más bajos que sus rivales.
Las grandes cadenas de supermercados pasan por encima de los canales habituales de distribución (desintermediación). Considerando que los supermercados pueden adquirir sus bienes de cualquier parte del mundo, un proveedor que quiere vender en Suecia, el Reino Unido o Alemania tendrá que vender a través de una cadena de supermercados que cuenta con tiendas físicas en Suecia, el Reino Unido o Alemania.
Cada vez más, en todo el mundo, los proveedores sólo pueden llegar al consumidor a través de uno de los tres, cuatro, o cinco grupos de supermercados dominantes que pactan entre ellos (oligopsonio).
WalMart tiene dos millones de empleados y son cientos de miles las empresas que dependen de sus pedidos para sobrevivir (en EEUU alrededor de 3 millones de personas tienen empleos que dependen de WalMart), 100 millones de personas entran en sus almacenes cada semana y 200 millones de obreros de las subcontratas, la mayoría mujeres, ven endurecidas día a día sus condiciones de trabajo y sueldo para mantener llenas las estanterías a "precios siempre más bajos".
Su colosal tamaño hace que sus decisiones comerciales tengan una trascendencia enorme e inmediata en la industria. Toshiva tuvo que retirar el formato HD-DVD porque WalMart decidió en febrero 2008 que se decantaba por Blu-ray de Sony, y desde aquel momento en adelante solo vendería ese formato en sus tiendas. Músicos, escritores y publicistas han de someterse a la censura de contenidos de WalMart que se postula como el defensor de la familia americana. Un libro o un vídeo que tratara temas relacionados con este blog no pasaría la censura WalMart.
El Monopsonio promueve el monopolio entre sus proveedores
Esta es una de las características más peligrosas y perversas del monopsonio que nunca se cita en los manuales de economía.
Wal-Mart, Target y otros grandes minoristas nombran un solo proveedor para servir como "capitán de categoría". Este proveedor se espera que gestione toda la estrategia de aprovisionamiento y de marketing para toda una familia de productos, tales como el cuidado dental. El monopsonio exige que todos los demás productores de esta clase de productos cooperen con el capitán. El resultado previsto es la cartelización del sector que pronto queda reducido a unos pocos grandes proveedores y un aumento adicional del control que ejerce el gran minorista monopsonista sobre sus proveedores. Wal-Mart, por ejemplo, impone a Coca-Cola qué edulcorante artificial debe utilizar en sus productos light, impone a Disney qué escenas a cortar de un DVD, impone a Levi's qué % de algodón han de incorporar sus pantalones vaqueros, impone a Ahheuser-Busch qué ingredientes poner en la cerveza, y ha dictado a los fabricantes de cortadoras de césped qué tipo de acero han de utilizar.
El monopsonio de Walmart obliga a las pequeñas y medianas empresas, sin posibilidades de encontrar un espacio en sus estanterías, a someterse al "capitán" del sector o simplemente a venderle el negocio. Así pues el monopsonio promueve el monopolio entre sus proveedores.
• Ben and Jerry, pionera en la industria de la fabricación de helados fue absorbida por su "capitán" Unilever en 2000.
• Cascadian Farm, una de las compañías de alimentos orgánicos de más éxito, fue vendida a General Mills y se transformó rápidamente en lo que su fundador llama una "granja de relaciones públicas".
• Stonyfield Farm y Brown Cow, dos compañías de lácteos orgánicos de Nueva Hampshire y California, respectivamente, cayeron en manos de Danone en febrero de 2003 que las fusionó en una sola compañía.
• Glaceau, la compañía que fabricaba Vitamin Water, uno de los más recientes casos de éxito empresarial independiente, fue vendida a Coca-Cola en 2007.
El resultado práctico es una jerarquía de poder en el que inmensos monopsonios minoristas, en connivencia con un puñado de grandes conglomerados monopolistas dominantes sectoriales (capitanes), gobiernan casi todas las actividades industriales de las que dependemos.
El monopsonio permite a los supermercados exigir condiciones muy favorables respecto a los proveedores.
El monopolio se ha convertido en el sistema operativo estándar de toda actividad económica
Menos de tres días después de que el huracán Sandy tocara tierra en la costa este de los Estados Unidos, Iain Murray, del Competitive Enterprise Institute, atribuyó la magnitud y la prolongación de las penurias tras la destrucción, a la resistencia de los neoyorquinos a la instalación de mega-superficies en su territorio. En la revista Forbes.com, explicó que “la negativa de la ciudad a la penetración de Wal-Mart probablemente hará que la recuperación sea mucho más difícil. Las tiendas de mamá y papá no pueden hacer simplemente lo que las grandes superficies pueden hacer en estas circunstancias".
Monopolio (del griego monos'uno' y polein'vender'): es una situación en el cual existe un solo oferente que posee un gran poder de mercado y excluye a todos los demás.
Para que exista un monopolio, el monopolista es la única alternativa que tiene el consumidor para comprar. Suele definirse también como un mercado en el que sólo hay un vendedor.
Monopsonio (del griego mono- (μονο-) 'único' y psonios (ψωνιος) 'compra'): es una situación que aparece cuando en un mercado existe un único consumidor. Éste, al ser único, tiene un control especial sobre el precio de los productos, pues los productores tienen que adaptarse de alguna forma a las exigencias del comprador en materia de precio y cantidad. Esto le permite al consumidor único obtener los productos de sus proveedores a un precio menor al que tendría que comprarlo si estuviera en un mercado competitivo. Un ejemplo claro de monopsonio es la industria del armamento pesado o la obra pública, en la que existe una situación normal de competencia entre los productores (fabricantes de tanques, empresas constructoras), pero un solo consumidor (el Estado).
Monopsonio Minorista (WalMart, Tesco, Carrefour)
La paradoja de las grandes superficies (dumping)
Lee Scott (CEO de WalMart): "Los bajos precios de WalMart aumentan el nivel de vida del conjunto de la población norteamericana"
La globalización no es otra cosa que la monopolización acelerada de la mayoría de sectores económicos a escala planetaria. 10 empresas del automóvil dominan el 77% del mercado; 2 aeronáuticas (duopolio) concentran el 100% del sector de grandes aviones; 5 operadores controlan el 83% de la telefonía fija, 3 únicos operadores controlan el 77% de las infraestructuras de telecomunicaciones móviles, mientras que sólo tres concentran el 65% del mercado de móviles; 10 farmacéuticas producen el 70% de los fármacos vendidos; 4 tabaqueras suministran el 75 % del humo encajetado; sólo 3 empresas fabrican cerca del 70 % de toda la maquinaria y equipamiento agrícola; ...
Estas posiciones de monopolio u oligopolio les permiten mantener o incluso subir precios en condiciones de crisis económica. Los consumidores que ya no alcanzan a pagar el recibo de la luz o el gas, cargar el depósito, adquirir medicamentos, … son simplemente excluidos del "mercado monopolista" que compensa "las bajas" en consumo con subidas adicionales de los precios.
Paradójicamente, las grandes cadenas comerciales monopolistas parecen escapar a esta definición. Al contrario del resto de monopolios, Wal-Mart, Tesco, Carrefour, … se enorgullecen de sus bajos precios. Las grandes superficies y sus bajos precios serían la prueba palpable de la bondad de los monopolios privados para los consumidores y el mercado.
La realidad es más prosaica. Sencillamente, se trata de una variante monopolista menos conocida, los monopsonios y oligopsonios, criaturas todavía más peligrosas que los monopolios convencionales. Mientras crecen, su extraordinaria capacidad para extorsionar a sus proveedores les permite hacer uso extensivo del dumping (precios bajos) para aumentar sus cuotas de mercado. Una vez arruinados y expulsados del mercado los pequeños comerciantes, los proveedores que los abastecían quedan enteramente a su merced. Es el único comprador. El puto amo.
Metástasis maligna de WalMart
El rápido aumento de sus cotas de mercado les da más poder todavía para extorsionar aún más a sus proveedores (que entran en una guerra a muerte entre ellos) y conseguir aún mejores condiciones, lo cual les permite bajar aún más sus precios, para crecer y crecer, como un tumor cancerígeno, hasta quedarse con todo el mercado.
El avance del monopsonio minorista
Nelson Lichtenstein: "Durante más de una centuria, entre 1880 y 1980, la empresa manufacturera constituía el vértice de la economía USA. Hoy en día, son las grandes cadenas minoristas las que han ocupado este lugar".
En Europa Noroccidental más de 70% de todos los alimentos sólo pueden ser adquiridos en 4 o 5 grandes cadenas de supermercados. En Suecia, Irlanda y Dinamarca, la cifra es superior en más del 80%.. Europa del Este entre el 50 o 60 por ciento. El sur de Europa el 30 o 40% (aunque España estaba ya en el 65,2% en 2006). La tendencia sigue siendo al alza. En todos los países de Europa la tendencia es hacia un puñado de grandes cadenas que venden los productos más cotidianos (y ampliando cada vez más la gama hacia otros productos, como la electrónica, ropa, productos farmacéuticos, juguetes, libros, banca, servicios financieros, seguros, …).
Los monopsonios más conocidos (WalMart, Tesco, Carrefour, ... ) encarnan verdaderos gigantes corporativos. WalMart tiene en nómina más de 2,1 millones de empleados en sus superficies minoristas, sin embargo su tamaño efectivo es extraordinariamente mayor. Más de 6.000 fábricas chinas, con decenas de millones de empleados, trabajan, bajo contrato exclusivo, para llenar los kilómetros de estanterías de WalMart. En 2003, el 18% de todas las importaciones USA procedentes de China fueron a parar a WalMart.
Economías de escala
¿Cómo es posible que estas grandes cadenas de venta al por menor sean capaces de ofrecer tales descuentos para persuadir a sus clientes? Sin lugar a dudas son capaces de mantener los costos bajos a través de las tradicionales economías de escala y la innovación técnica. En un pequeño comercio tradicional, alguien tiene que explorar los estantes, anotar en una hoja de papel: "Necesitamos cuatro tarros de miel, 12 potes de yogur, etc ..... ", visitar un mayorista con el fin de reponer las existencias, etc. Multipliquemos este proceso a través de cientos de miles de tiendas en todo el país y es claro que el consumidor tendrá que pagar más que lo que desembolsa en supermercados modernos, con códigos de barras y redes de computadoras, que informan de forma automática de las transacciones comerciales diarias a sus departamentos de compras.
Desintermediación
Las grandes cadenas de supermercados (y los gigantones minoristas de Internet como el gran monopsonista Amazon) ya no acuden a los mercados mayoristas o los canales tradicionales de distribución, sino que obtienen sus suministros directamente de sus proveedores, a menudo a través acuerdos informales.
Just in time
Las cadenas de supermercados (y los gigantones minoristas de Internet) han perfeccionado sus sistemas de manera que apenas necesitan mantener existencias en stock (lo que reduce los costos de espacio para almacenamiento, costes de inventarios, etc.). Los pedidos pueden ser enviados automáticamente a los sufridos y subyugados proveedores y las cantidades exactas llegan en cuestión de horas, incluso cuando se producen en el otro lado del planeta. Esta técnica la utilizan otros tipos de monopsonio, igualmente letales, como Ikea en el ramo del mueble, Zara en el ámbito textil o Amazon en el ramo del libro.
Agresivas técnicas de recursos humanos
En un entorno de paro creciente, provocado por los mismos monopsonios al desmantelar el tejido comercial e industrial de las zonas donde aterrizan, las opciones que barajan los empleados de estas compañías es la de trabajar en WalMart y aceptar sus vejaciones laborales, o no trabajar.
WalMart y sus congéneres monopsonistas, pretenden ser un agente amigo de los consumidores, situado entre los indefensos consumidores y los desalmados proveedores e intermediarios, para conseguir unos precios al alcance de todos. Se presenta como una especie de "cooperativa de consumo", con "asociados" en lugar de empleados, cuyo interés es más el bienestar y la felicidad de los consumidores y de sus mismos empleados.
WalMart funciona como una secta. No entras a trabajar para WalMart como empleado sino como "asociado". En el "Saturday Mornig Meeting" semanal, una especie de misa sectaria, psicólogos expertos lavan cerebros e inculcan los valores basura de WalMart (cultura WalMart) con el fin de incrementar el rendimiento de los "asociados".
La gran superficie comercial es equiparada a un templo en el que los "asociados" deben actuar como oficiantes de diversos rituales para ganarse a los consumidores. WalMart ha creado "colegios" de entrenamiento sectario de líderes como el de Springdale en Arkansas. Entre los "valores WaltMart" sin discusión posible está el de las "ventajas" de no estar sindicados ni tener seguro médico. Si el sueldo no llega para comer o ir al médico para eso están el food stamp o el medicaid.
En la jerga del departamento de recursos humanos de WalMart, se usan acrónimos tan significativos como TIPS (Threaten, Intimidate, Promise, Spy), es decir, amenazar, intimidar, prometer (comprar), espiar, a los trabajadores que pretendan llevar a cabo actividades de protesta.
El peligroso poder del monopsonio (la supremacía del capital comercial)
Sin embargo, las grandes cadenas minoristas tienen el poder de rebajar sus costos de una forma mucho más preocupante. Los monopsonios minoristas se han convertido en un gigantesco, peligroso e inevitable embudo, de paso obligatorio, entre proveedores y consumidores.
En los países donde la gran mayoría de los alimentos se compran en tan sólo tres grandes cadenas de supermercados (como en Suecia, por ejemplo), estas cadenas detentan un enorme poder sobre su proveedores. Un proveedor que quiere vender sus productos no tiene más remedio que vender a través de una de las tres cadenas, y las tres cadenas “compiten” para ofrecer a los consumidores precios más bajos que sus rivales.
Las grandes cadenas de supermercados pasan por encima de los canales habituales de distribución (desintermediación). Considerando que los supermercados pueden adquirir sus bienes de cualquier parte del mundo, un proveedor que quiere vender en Suecia, el Reino Unido o Alemania tendrá que vender a través de una cadena de supermercados que cuenta con tiendas físicas en Suecia, el Reino Unido o Alemania.
Cada vez más, en todo el mundo, los proveedores sólo pueden llegar al consumidor a través de uno de los tres, cuatro, o cinco grupos de supermercados dominantes que pactan entre ellos (oligopsonio).
WalMart tiene dos millones de empleados y son cientos de miles las empresas que dependen de sus pedidos para sobrevivir (en EEUU alrededor de 3 millones de personas tienen empleos que dependen de WalMart), 100 millones de personas entran en sus almacenes cada semana y 200 millones de obreros de las subcontratas, la mayoría mujeres, ven endurecidas día a día sus condiciones de trabajo y sueldo para mantener llenas las estanterías a "precios siempre más bajos".
Su colosal tamaño hace que sus decisiones comerciales tengan una trascendencia enorme e inmediata en la industria. Toshiva tuvo que retirar el formato HD-DVD porque WalMart decidió en febrero 2008 que se decantaba por Blu-ray de Sony, y desde aquel momento en adelante solo vendería ese formato en sus tiendas. Músicos, escritores y publicistas han de someterse a la censura de contenidos de WalMart que se postula como el defensor de la familia americana. Un libro o un vídeo que tratara temas relacionados con este blog no pasaría la censura WalMart.
El Monopsonio promueve el monopolio entre sus proveedores
Esta es una de las características más peligrosas y perversas del monopsonio que nunca se cita en los manuales de economía.
Wal-Mart, Target y otros grandes minoristas nombran un solo proveedor para servir como "capitán de categoría". Este proveedor se espera que gestione toda la estrategia de aprovisionamiento y de marketing para toda una familia de productos, tales como el cuidado dental. El monopsonio exige que todos los demás productores de esta clase de productos cooperen con el capitán. El resultado previsto es la cartelización del sector que pronto queda reducido a unos pocos grandes proveedores y un aumento adicional del control que ejerce el gran minorista monopsonista sobre sus proveedores. Wal-Mart, por ejemplo, impone a Coca-Cola qué edulcorante artificial debe utilizar en sus productos light, impone a Disney qué escenas a cortar de un DVD, impone a Levi's qué % de algodón han de incorporar sus pantalones vaqueros, impone a Ahheuser-Busch qué ingredientes poner en la cerveza, y ha dictado a los fabricantes de cortadoras de césped qué tipo de acero han de utilizar.
El monopsonio de Walmart obliga a las pequeñas y medianas empresas, sin posibilidades de encontrar un espacio en sus estanterías, a someterse al "capitán" del sector o simplemente a venderle el negocio. Así pues el monopsonio promueve el monopolio entre sus proveedores.
• Ben and Jerry, pionera en la industria de la fabricación de helados fue absorbida por su "capitán" Unilever en 2000.
• Cascadian Farm, una de las compañías de alimentos orgánicos de más éxito, fue vendida a General Mills y se transformó rápidamente en lo que su fundador llama una "granja de relaciones públicas".
• Stonyfield Farm y Brown Cow, dos compañías de lácteos orgánicos de Nueva Hampshire y California, respectivamente, cayeron en manos de Danone en febrero de 2003 que las fusionó en una sola compañía.
• Glaceau, la compañía que fabricaba Vitamin Water, uno de los más recientes casos de éxito empresarial independiente, fue vendida a Coca-Cola en 2007.
El resultado práctico es una jerarquía de poder en el que inmensos monopsonios minoristas, en connivencia con un puñado de grandes conglomerados monopolistas dominantes sectoriales (capitanes), gobiernan casi todas las actividades industriales de las que dependemos.
Los "capitanes" de WalMart
Características del monopsonio minorista
El monopsonio permite a los supermercados exigir condiciones muy favorables respecto a los proveedores.
- Pueden conseguir que el proveedor asuma el costo del deterioro del producto no vendido. Tradicionalmente una pequeña tienda que no pudo vender 20 kilos de manzanas tendría que soportar la pérdida puesto que el pequeño comercio no puede devolver el producto al agricultor o comerciante y exigir su reembolso, sin embargo, los supermercados lo hacen de manera rutinaria y si no logran vender algunas toneladas de manzanas, simplemente no pagan por ellas.
- Pueden cobrar los proveedores por el acceso a sus estantes (con precios más altos para los extremos de los pasillos o "góndolas" y otras posiciones deseables).
- Pueden decidir unilateralmente ofertas especiales (dos por uno; promociones especiales, etc), con cargo a los proveedores.
- Pueden insistir en que los proveedores adopten nuevos estilos de embalaje o llevar a cabo otras innovaciones siempre a cargo de ellos mismos.
- Consiguen financiación gratuita a costa de sus proveedores alargando los pagos por sus suministros a 90, 120, 160 días (Fondo de Maniobra negativo) con lo que realizan todas sus operaciones con dinero de otros como si de bancos se tratara.
- Efecto de "la cama de agua". Si una persona pesada se encuentra en medio de una cama de agua, el nivel de la cama alrededor de los bordes aumenta a medida que el agua en el lecho se desplaza. De una manera análoga, si un proveedor se ve obligado a aceptar precios muy bajos (que implican pérdidas) para colocar su producto en una gran superficie para no perder cuota de mercado, puede tratar de cubrir sus pérdidas cobrando al resto de sus clientes precios superiores.
- Wal-Mart ha establecido cientos de "salas de negociación" por todo el mundo donde sólo pueden entrar ejecutivos de Walt Mart y sus proveedores. Allí se lleva a cabo lo que se conoce como una "subasta inversa" en la que los proveedores compiten para ofrecer el menor precio a partir de un precio "target" fijado por Wal Mart.
Los efectos letales del monopsonio minorista
El monopsonio cae como una plaga devastadora sobre ciudades y pueblos.
La concentración en el sector minorista avanza en forma concéntrica y en espiral. Cuando un gigante minorista empuja hacia abajo los costos de los proveedores, consigue precios más atractivos que amplían su cuota de mercado. Mayor cuota de mercado otorga mayor poder de monopsonio sobre los proveedores que se ven obligados a bajar aún más sus precios y así sucesivamente, en un ciclo aparentemente imparable, con lo que el gigante se convierte en un verdadero leviatán del mercado con poder omnímodo sobre consumidores y proveedores.
A las tiendas pequeñas les resulta muy difícil sobrevivir cuando los supermercados se establecen en sus cercanías. Los centros urbanos se van convirtiendo en verdaderos pueblos fantasmas con calles enteras llenas de locales abandonados. Los impuestos que pagaban los comerciantes gracias al negocio con su clientela se transfieren a los bolsillos extranjeros de los accionistas de las grandes cadenas y los ayuntamientos se quedan sin ingresos. Algo tan ubicuo como el alumbrado de Navidad y muchos servicios públicos han de recortarse. La misma vida ciudadana se resiente por la creciente falta de contacto entre habitantes que dialogan con máquinas para hacer sus compras.
Mientras avanza el círculo virtuoso de concentración del mercado minorista otros cambios ocurren alrededor del supermercado, como un resultado directo de esta concentración. Centros urbanos, zonas residenciales y pueblos pierden su vida comercial. La gente ya no interactúa con otras personas en su vida cotidiana. El aislamiento social aumenta.
Aniquilación de la diversidad
La explosión de la globalización (y la burbuja crediticia) crearon la ilusión de un aumento de la variedad para el rey consumidor. Fruta fresca todo el año, productos provenientes de todo el planeta, ... Pero la realidad ha sido precisamente todo lo contrario. La variedad y la diversidad son las víctimas del monopolio. Dos grupos cerveceros (AnheuserBusch InBev y SAB), se reparten la mayor parte del mercado mundial y todas las marcas disponibles en todas las categorías. Budweiser, Michelob, Stella Artois, Grolsch, Kirin, Tsingtao, , Rolling Rock, Widmer Brothers, Corona, ..., son diseñadas en un único laboratorio integrado de AnheuserBusch InBev.
Las tiendas especializadas también tienden a desaparecer. Los supermercados desarrollan sus propias secciones especializadas: librería, papelería, electrónica, panadería, confitería, carnicería, …, y las habilidades artesanales y una creciente gama de productos se pierden irremediablemente.
En el caso de productos no comestibles, los supermercados son capaces de ofrecer descuentos masivos en una gama muy limitada de libros por ejemplo (como en el caso de los libros de Harry Potter que se vendieron en el Reino Unido a la mitad de su precio normal en las principales cadenas de supermercados). Las librerías tradicionales pierden así la mayoría líneas de productos populares viendo su negocio recortado a la literatura menos rentable, lo que hace difícil o imposible la supervivencia. Las librerías desaparecen de las calles a excepción de una o dos cadenas nacionales y un conjunto cada vez más escaso de los especialistas.
En EEUU, un 90% de las variedades de frutas y verduras que eran cultivadas en 1800 ha desaparecido. Más de 7.000 variedades de manzanas se cultivaban en 1800 en los EEUU; hoy en día quedan menos de un centenar (que para Wal Mart son todavía demasiadas). La mecánica monopsonista fuerza el monocultivo de una ínfima variedad de plantas y animales (cada vez más transgénicos) que está dejando a la humanidad sin alternativas alimentarias en caso de plagas y mutaciones parasitarias que podrían acabar con la mayor parte de la cosecha (unas pocas variedades) de determinados alimentos clave para la alimentación mundial.
Exclusión de grupos dependientes
Algunos sectores de la población enfrentan dificultades para acceder a suministros esenciales. Los que no tienen coche, ancianos y personas con ciertas discapacidades les resulta difícil o incluso imposible llegar a un supermercado acaban dependiendo de lo que queda de las tiendas locales, a menudo pagando precios inflados por el efecto de “cama de agua”, debido a la desaparición de los mercados de venta al por mayor o simplemente debido a la pérdida de volumen de ventas en la tienda local, lo que significa que los precios tienen que ser relativamente altos para cubrir los costos fijos. Por lo general, en este comercio detallista residual se ofrece una gama muy limitada de productos y es frecuente una ausencia casi total de productos frescos (el bajo volumen de negocio obliga a concentrarse en productos de larga duración, como latas y empaquetados).
Exclusión y ruina de los productores locales
Como las cadenas de supermercados han crecido en tamaño, se han desarrollado cadenas de suministro globales, rompiendo los vínculos tradicionales con los proveedores de productos de temporada y alimentos locales. Esto a su vez afecta la degradación medioambiental y la seguridad alimentaria.
Las grandes superficies ofrecen sus productos independientemente de los ciclos estacionales. La preferencia por la compra de alimentos desde el proveedor más barato en cualquier parte del mundo puede significar que los proveedores locales, incapaces de encontrar un mercado, se queden sin trabajo y abandonen sus tierras.
Las centrales de compras de las grandes cadenas de supermercados no quieren lidiar con cientos de miles de pequeños proveedores. Prefieren negociar con un pequeño número de proveedores que son suficientemente grandes como para ser capaz de proporcionar productos para una parte sustancial o incluso la totalidad de sus redes comerciales. Esto significa que las prácticas agrícolas han de cambiar para adaptarse a las necesidades de los supermercados. Las granjas pequeñas se queden sin mercado y su la tierra es comprada por grandes corporaciones alimentarias capaces de instalar las tecnologías apropiadas para satisfacer los requisitos de entrega de servicios de la supermercados.
Contaminación y malbaratamiento de recursos
El alto nivel de especialización que exigen a los productores sólo es posible con gamas muy restringidas de productos y con niveles crecientes de tratamientos químicos y pesticidas con consecuencias irrecuperables para la salud y la biodiversidad.
La insistencia de los supermercados en los productos frescos completamente intachable y en productos que se ven bien en las estanterías aumenta la presión sobre los agricultores a utilizar altos niveles de agroquímicos y a sacrificar la parte de la cosecha que no alcanza los estándares requeridos.
Los sistemas de distribución desarrollados por supermercados se han asociado también con un enorme incremento en el uso de materiales de embalaje, en particular plásticos, que reducen el daño durante el transporte y las plataformas de apilamiento. El crecimiento de los supermercados ha conducido así a un aumento de la presión para utilizar más energía, contaminar más, empobrecer los suelos y la calidad del agua, etc, sólo cuando todos sabemos que tenemos que utilizar métodos más sostenibles!
Explotación laboral
La presión sobre los productores / proveedores para mantener los costos bajos no cesa nunca por más mejoras en eficiencia que introduzcan. Con el fin de garantizar su acceso a los estantes de WalMart, Tesco o Carrefour, los proveedores se ven constreñidos a eludir los controles ambientales y reducir el gasto en salarios a un mínimo absoluto. Muchos de los productos expuestos en las grandes superficies se producen en condiciones laborales infrahumanas peores que las imperantes durante la primera revolución industrial. El trabajo a destajo es a menudo supervisado por subcontratistas que pueden simplemente desaparecer si se les acusa de esclavismo, abusos, malos tratos o violaciones de derechos laborales y reaparecer inmediatamente con otro nombre para seguir suministrando a los grandes minoristas. Las condiciones sociales que se imponen a los países suministradores fomentan los regímenes represivos.
Los CEOs de Wal Mart son verdaderos expertos en relaciones con la nomenclatura china que les asegura el mantenimiento de condiciones draconianas de trabajo en los talleres que suministran los productos que Wal Mart dispone graciosamente en sus estanterías.
Degradación de la agricultura
Los pequeños y medianos agricultores por lo general se encuentran en una posición análoga a la los trabajadores de las grandes plantaciones. Tienen pocas opciones sino la de suplir una de las grandes cadenas de supermercados. La continua presión para reducir los precios a menudo los deja sin excedente alguno, luchando para pagar las deudas bancarias y trabajar largas horas para sobrevivir. Algunas industrias agrícolas, tales como el sector lácteo, son particularmente vulnerable a las presiones de precios impuestas por los hipermercados, caen en bancarrota y son sustituidas por grandes unidades agropecuarias.
Las pequeñas empresas agrícolas sostenibles son expulsadas del negocio y reemplazadas por un número cada vez más reducido de empresas gigantes. Los trabajadores agrícolas se queda sin empleo, caen los salarios y el trabajo se hace cada vez más precario. La agricultura y la transformación de los alimentos se convierten en procesos cada vez más industrializados y menos adaptados a lo local y a las las condiciones ambientales. Enormes granjas industriales agotan los suministros de agua, destruyen la calidad del suelo y la biodiversidad.
Lucha contra las grandes superficies
Las grandes cadenas minoristas son organismos parásitos capaces de prosperar a costa de la depresión. A más depresión, más WalMart, más Carrefour, más Tesco; a más WalMart-Carrefour-Tesco, más depresión.
La supervivencia de los negocios en las condiciones actuales de crisis depende de las posiciones de monopolio acumuladas. Es el reino del capital que destruye incluso el instrumento que lo ha aupado, el mercado.
A medida que los beneficios de los grandes minoristas crecían, el círculo de exponencial de desarrollo monopsonista se evidenciaba cada vez menos virtuoso. Proveedores, tenderos, ciudadanos y gobiernos comenzaron a darse cuenta de que los cambios generados por el crecimiento cancerígeno del monopsonio u oligopsonio empezaban a ser muy poco deseables.
Las preocupaciones, campañas e iniciativas legales, no son las mismas en todos los países. En los EE.UU., por ejemplo, las campañas anti-WalMart han tendido a centrarse en el abuso de los derechos laborales por parte de las grandes cadenas de supermercados.
El portal Wake Up WalMart.com publica un manual de autodefensa contra WalMart, tácticas de disuasión, recogida de firmas, recogida de testimonios de empleados, ect. Wal-Mart Fight relaciona los "real WalMart facts" frente a las campañas de intoxicación del monopolio, WalMart Watch realiza un seguimiento de las retorcidas actividades de la firma.
En la India, el temor inmediato es que los supermercados sustituirán y aniquilarán al enorme sector informal de venta al por menor y ambulante que ofrece un magro sustento para millones de personas. Mientras que la teoría económica clásica vería la reducción del empleo ineficiente de los campesinos indios como un desarrollo positivo, las raíces de esta teoría se echaron en una época en la que el mundo industrial se estaba expandiendo y los trabajadores expulsados de un sector podían pasar a otro sector. En la etapa senil de un capitalismo enfrentado al agotamiento de los recursos y el desastre ecológico, cuando los trabajadores son expulsados de una ocupación ya no hay necesariamente alternativas viables para encontrar empleo.
En la India la fuerza de trabajo des de 422 millones pero el sector formal sólo emplea a 27 millones. Así pues, el sector del comercio detallista es una verdadera válvula de seguridad puesto que emplea a más de 40 millones de indios en más de 11 millones de pequeños establecimientos. La entrada de las grandes cadenas detallistas en la India significaría un desastre humano de proporciones incalculables y de ha desatado una verdadera batalla entre las fuerzas a favor de la penetración (campañas de relaciones públicas financiadas por WalMart y compañía) y la sociedad civil india.
Oligopsonio mayorista (Apple, Dell, Cisco, IBM, ...)
Feenstra and Hanson:“La asimetría de las estructuras de mercado en las redes globales de producción, con empresas oligopólicas en posiciones de liderazgo y la competencia extrema entre los proveedores de segundo y tercer nivel, supone una fuerte presión sobre dichos proveedores que, al tratar de mantener ciertos márgenes de ganancia, deben mantener los salarios bajos y resistirse a cualesquiera mejoras laborales que podrían conducir a un cambio en el proceso de suministro hacia otra empresa o país".
Las actuales estructuras en las cadenas de valor globales, son cada vez más asimétricas: los cuarteles generales de las grandes corporaciones monopolistas multinacionales con sede en el norte o en paraísos fiscales, acaparando la mayoría del “valor”, y competencia suicida entre los proveedores y subcontratados para repartirse las migajas que han quedado.
Las grandes corporaciones multinacionales ya no "deslocalizan" a ubicaciones o países "low cost" sino que "subcontratan" o "externalizan" la mayor parte de sus operaciones industriales a subcontratistas "low cost", reservándose, como mucho, la operativa del diseño de la marca, el marketing, las cadenas de distribución y los servicios de administración financiera. Se está produciendo una verdadera "desintegración vertical" de los grandes grupos monopolísticos que se agrupan para formar potentes oligopsonios frente a sus proveedores industriales.
La intensa competencia entre suministradores y proveedores y el fiero oligopsonio de los compradores globales, arrebata a los productores el fruto de su trabajo, engrosando las cuentas y el valor de los activos financieros en manos de una pequeña casta bien posicionada en el extremo opuesto de la cadena de valor.
Como en el caso del sector de la Tecnología de la Información, el poder oligopsónico (único comprador) de un reducido y exclusivo grupo de multinacionales (Apple, Sony, HP, Motorola, Dell, Cisco, …), somete a sus subcontratistas (Foxconn, Solectron, Jabil, Celestica, Sanmina, Flextronics), sin posibilidades de contratar con otros clientes alternativos, a condiciones draconianas que éstos repercuten en sus empleados en una carrera suicida hacia el abismo global.
Comunalizacion de proveedores
Una vez constituido un oligopolio vendedor (GM, Ford, Chrysler, Toyota, Honda y Nissan), su control total del mercado les permite actuar como oligopsonio frente a sus proveedores. Estos proveedores, enfrentados a un único comprador, se ven obligados a reducir a la mínima expresión sus costos operativos. La competencia desenfrenada entre ellos elimina rápidamente a los menos eficientes y sólo sobreviven algunas firmas a base de sueldos ínfimos y economías de escala, convirtiéndose a su vez en monopolios (bottom up monopolios). Es decir, se produce una verdadera comunalización de los proveedores de forma que todas las firmas del oligopolio vendedor adquieren sus componentes y piezas a un único proveedor.
GM, Ford, Chrysler, Toyota, Honda y Nissan tienen como suministradores "just in time" a unas pocas firmas proveedoras (monopolios proveedores) y, aunque los vehículos parezcan diferentes y luzcan diferentes nombres, la mayoría de sus piezas provienen de una misma factoría, o bien Collins & Aikman (C&A) o bien Medaldyne o bien Yuwei Plastics and Harware Product Company.
Acer Inc., Amazon.com, Apple Inc., Cisco, Dell, Gateway, Hewlett-Packard, Intel, Microsoft, Motorola, Nintendo, Nokia, Samsung, Sony, Toshiba o Vizio, dependen de o bien de Foxconn, o bien de KYE, o bien de Meital Plastics and Electronics, para ensamblar todos sus productos.
La "eficiente" comunalización de proveedores implica un grave riesgo sistémico. Si cualquiera de las grandes firmas compradoras falla, el proveedor común a todo el oligopolio puede ser arrastrado también a la quiebra dados los estrechos márgenes con que trabaja. Cuando tras el colapso de Leheman Brothers en 2008, Chrisler y General Motors estaban técnicamente en bancarrota, Ford, su teórico aguerrido "competidor", reclamó al Congreso de EEUU ayuda para rescatar a "sus rivales" (sic!). Allan Mulally, en CEO de Ford, explicaba que "la industria automotriz es totalmente interdependiente con respecto a nuestra base de aprovisionamiento, con una dependencia "común" de más del 90%" Es decir, reconocía que las operaciones del oligopolio norteamericano de la automoción, GM, Chryslers y Ford, estaban fusionadas en un 90% y que el colapso de dos de ellas significaría el colapso de sus proveedores comunalizados y por lo tanto también el colapso de Ford..
Más información sobre el tema:
Totnes, un pueblo que se resiste a la entrada de un monopsonista: Totnes: the town that declared war on global capitalism
Iain Farquhar: Competition Law and the New Slavery
WalMart, un monopsonio letal (en este mismo blog)